NEUMÁTICOS MÁS INTELIGENTES
Los neumáticos que vienen son cada vez más inteligentes y saben ‘hablar’ con el terreno por el que circulan. El uso de sensores ya no se limita a comprobar si tenemos un pinchazo: adaptan su presión al terreno, a las necesidades de agarre y al desgaste, cambian su dibujo sobre la marcha, pueden repararse y se anticipan a las condiciones climáticas. Esto es lo último que hemos visto en el IAA de Frankfurt.
Neumáticos sin aire. Ya los hemos visto en el concepto Vision de Michelin y Bridgestone lo ha aplicado a la bicicleta con el concepto Aire Free Concept que prescinde del aire en la cubierta. Sus principales ventajas, que decimos adiós a los pinchazos y al mantenimiento de vigilar las presiones. También son propuestas ecológicas y reciclables porque se imprimen en 3D y son reutilizables.
Inmunes a los baches. Con los neumáticos de perfil bajo y las llantas de grandes diámetros, cada vez son más habituales los daños por baches. Para contrarrestarlo, Michelin ha presentado Acorus, un sistema de llanta flexible que no se rompe bajo ningún tipo de impacto, sea cual sea la profundidad del bache.
Adaptables al estado de la carretera y al terreno. Continental ha presentado en la última IAA de Frankfurt dos nuevos conceptos de tecnología, denominados Conti Sense y Conti Adapt, que permiten la monitorización continua del estado del neumático y la adaptación del rendimiento del neumático a las condiciones de la carretera. Los primeros analizan gracias a unos señores y de forma continua la profundidad y la temperatura de la banda de rodadura, avisando de cualquier deterioro o pinchazo. Los segundos tienen sensores para ajustar la presión de los neumáticos lo que permite adaptarlos a las condiciones: por ejemplo, se hincharán más para rodar en autovía y bajarán presión para hacerlo en nieve.
Se repararán solos. GoodYear acaba de presentar el proyecto Eagle Urban 360. Se trata de un neumático muy peculiar, totalmente esférico, como un balón, compuesto por un polímero y multitud de sensores que le permiten comprobar su propio estado. En caso de detectar un pinchazo, gira para que deje de haber presión sobre la zona del pinchazo y puede autorepararse: la goma crea enlaces moleculares nuevos sobre la zona afectada.