Una traducción errónea, origen del bulo sobre la prohibición de un tipo de neumáticos. Os explicamos en qué consiste la etiqueta energética y qué mide.
La etiqueta que los neumáticos llevan para calificar su eficiencia ha generado un importante revuelo en las últimas semanas. Así que lo primero es aclarar la situación. Y es que en contra de lo que se ha publicado en algunos medios, no existe ninguna prohibición de vender neumáticos con la calificación F, prohibición que por error se hizo extensiva a los neumáticos para vehículos comerciales y camionetas con la calificación E. Ambos se pueden seguir adquiriendo y montando en todos los vehículos.
El origen de la confusión ha sido una traducción incompleta del reglamento europeo que regula la etiqueta de los neumáticos.
Adine, la asociación nacional que agrupa a los distribuidores e importadores de neumáticos, ha tenido que aclararlo. En la transcripción de la versión española del citado reglamento ha sido omitido un párrafo que fija el cómputo de moratoria de 30 meses, a partir del 1 de noviembre de 2018 para los neumáticos de clase C1 y C2, que engloba a los neumáticos de turismo (C1) con los límites a la resistencia a la rodadura en fase 2 (10,5 kg/tonelada) y camioneta (C2) de la clase E.
Por tanto, una vez revisada la norma en su versión oficial y no su transcripción, se puede concluir que estos neumáticos pueden seguir siendo comercializados hasta el 1 de mayo de 2021.
Desde 2012, los neumáticos incorporan de manera obligatoria una etiqueta con información sobre su eficiencia energética. Todos los que se comercializan deben llevarla desde julio de 2012. La pegatina es como la que llevan los electrodomésticos. En el caso de los neumáticos incluyen datos como la resistencia a la rodadura, la adherencia y el nivel de ruido de la cubierta. Esta información deberá ir no solo en la etiqueta, sino también en la documentación técnica de los coches nuevos, en la información disponible en Internet y en la factura del taller cuando se renueven los neumáticos
La norma afecta a las cubiertas de turismos, todoterrenos, furgonetas, camiones y autobuses. No influiría en las de motos y los vehículos industriales, siempre y cuando no sean recauchutadas, de off road, competición, lleven clavos o pertenezcan a series limitadas para vehículos de colección.
La etiqueta aporta toda la información sobre la calidad global de un neumático a partir de datos sobre su nivel de agarre en seco y mojado y la emisión de ruido.
Eficiencia de combustible: Mide la resistencia a la rodadura. Entre la mejor y la por calificación hay 0,5 litros a los 100 kilómetros de diferencia de consumo. Adquirir neumáticos clase A representa un ahorro de más de 300 euros a lo largo de toda la vida del neumático.
Agarre sobre mojado: Mide la seguridad a partir de un dato concreto, la distancia de frenado. En el caso de una frenada, la diferencia entre un neumático de clase A y G a 80 km/h supone una reducción de 18 metros.
Nivel de ruido exterior: La clasificación del ruido exterior de un neumático se expresa en decibelios (dB) y se acompaña de una, dos o tres ondas en la etiqueta.